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"Necesito anestesia para no necesitar..." Intoxicados. |
Necesito un viernes
Y una buena botella de vino
Necesito un disparo recto
Directo a mi sistema nervioso.
Necesito un cicatrizante
Anfetaminas, historias con finales felices.
Necesito borrarme la memoria,
Al menos por unas horas.
Necesito un momento único
En el que el mundo,
Me parezca a mí,
Yazca complaciente a mis pies.
Te voy a poner de
rodillas
Y haré contigo lo
que nadie sabrá.
Te voy a vomitar la
cara
Con palabras
urgentes,
Palabras como
balas.
Necesito no saber del verano,
Y no temblar más de miedo,
Ni de urgencias, ni de rencores.
Necesito un cielo gris
Para gritarle en monólogo
Un padrenuestro
Y olvidar que soy yo
Sin ser ellos.
Te voy a llenar los
tímpanos de arias y sonatas,
Te voy a meter el
cerebro
En un picadero de
carne
Te leeré en voz
alta
El cantar de los
cantares
Y masacraré a tus
enemigos
Con el más vil
plomo que encuentre.
Necesito una noche de fiestas,
Alcohol barato y promesas rotas,
Un Adonis grande como un placard,
Una pastilla, una sopa y a la cama.
Necesito de los ciruelos y del pan,
De la gloria y de la osadía.
Necesito también del mar.
Te voy a llevar a
pecar
A un sitio en
soledad,
Serás una isla que
nadie quiera,
Que nadie conozca.
Te haré invisible a
los ojos del mundo,
Te quitaré el
nombre
Y berrearás como
chancho
Pidiendo un poco
más.
Necesito de la sutileza de la poesía,
Necesito un buen entendedor
Para mis pocas palabras,
Necesito el sol de noviembre
Y un rayo cruel que me parta en dos.
Y ser sin ser,
Y meditar este mundo.
Ser como un semáforo que no anda,
Ser ese bondi que te rescata
A las tres de la mañana
Y te lleva a tu casa con los pies cansados.
Necesito ser un Jaque Mate,
La última carta, el gol de la victoria.
Necesito de mis armas para quedar inerme,
Necesito más la última bala.
La que nunca usaré.
Y aunque me quemen los papeles,
Y aunque me ardan las vísceras,
Cantar un tango bajo una palmera
Haciendo el amor con un tigre.
Te voy a llenar de
amapolas,
Te voy a olvidar en
el asiento trasero de un taxi,
Te voy a clavar la
daga postrera
Y así, sólo así,
Cantarás victoria
en mi nuca.
Serás al fin, un
alguien,
Un yo.
19/09/12.
Título: Pertenece, originalmente, a un poema de John Donne,
llamado Meditación XVII. El cual finaliza así:
“Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me
afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes
por quién doblan las campanas; doblan por ti.”