miércoles, 10 de febrero de 2016

"¡Yo soy la herida y el cuchillo!"

 Hay un gato en el tejado almorzando con sangre,
Hay una nota triste en la mesa
Y hay un espejo próspero de otros reflejos.
Y entonces me pregunto:
¿Cómo fuiste capaz?
¿Cómo no te detuviste ni siquiera a mirar?
No entiendo tus razones
Y debes saber: jamás las entenderé.
Hiciste de sobra eso que no debías,
Jugaste con fuego y a ambos quemaste,
En dónde quedaron los sueños del ayer?
 El gato comienza a deglutir tripas,
La nota se empapa de vino derramado
Y estas tristes líneas suenan en el teclado.
Y entonces me pregunto:
¿Cómo pudiste echarlo todo a perder?
¿Cómo a mansalva ultrajaste la fe
Que en ti deposité?
No ves que no hay reparo,
Que ya no hay marcha atrás,
Que está todo desolado y así quedará?
 El mismo gato se lava de sus garras el hedor de la presa muerta,
La nota se decolora hasta perder su sentido
Y estas mismas letras no escarmientan con el dolor.
Y entonces me pregunto:
¿Por qué no puedo odiarte?
¿Por qué no dejo, de algún modo, de vanagloriarte?
Ahora por fin lo veo, lo veo en tus ojos,
Entiendo tus motivos...
Ahora somos nuevamente un mismo y único ser,
Lo distingo bien.
El espejo está roto,
Lo sostengo entre mis manos,
Veo el reflejo tenue de alguien que fui
Y ya no recuerdo,
Pero me ufano de ese pasado,
Olvido dar mis excusas

Y cierro así este poema gris.

(2013)



"Para la trampa, un Plan B."-
Desde la postura. LPDA.


Título: Charles Bauderlaire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario